11 de abril de 2011

DE JUGADORES INFRAVALORADOS: LUIS ENRIQUE


Con motivo de la semana en la que nos encontramos, en visperas del primer de los cuatro que casi de fijo nos acontecerán, hoy voy a hablar de un gran futbolista, que formó parte de ambos clubes, dejando huella en el Barcelona, y siendo hoy día entrenador del filial, además de una persona con un gran respeto dentro del club azulgrana.

Luis Enrique Martínez comenzó su andadura en el mundo del fútbol en el año 1981, con tan solo 11 años en la conocida escuela de fútbol de Mareo, donde se han criado varios de los mejores deportistas de la historia de nuestro país.

Con 14 años se va cedido a La Braña equipo de la división juvenil asturiana, durante cuatro temporadas, donde destacaría a gran nivel, y donde se convirtió en uno de los mejores de la categoría además coincidió con Abelardo jugador con el que coincidiría años después en el Barcelona.
Con 18 años el Sporting de Gijón decide darle la oportunidad y Luis Enrique se enfunda la camiseta del filial, y donde comparte vestuario con otros jugadores que luego darían el salto a primera, como Manjarín, Juanele o el propio Abelardo.

Solo una temporada le bastó a Luis Enrique para dar el salto al primer equipo. Y es que el asturiano del que nunca sabremos en que posición jugó, en ese momento fue delantero, y en tan solo una temporada logró marcar 14 goles, un hecho que le acercó a ser fichado por el Real Madrid.

Benito Floro le dió la confianza en el club merengue que el primer año no se le dio al asturiano y pronto triunfó, además en el verano del 92, Luis Enrique fue Campeón de los JJOO de Barcelona y donde el jugador confesó pese a estar ya en las filas del conjunto blanco que estaba enamorado de Barcelona. El resto de temporadas como jugador blanco fueron bastante dispares, con Jorge Valdano consiguió su mejor estado de forma y además gracias a eso fue llevado por Javier Clemente al Mundial de Estados Unidos, donde todos recordaremos su imagen sangrando tras el codazo de Tasotti que el arbitro no señaló como penalti y que nos mandó a casa.

Lorenzo Sanz no le renovó su contrato como jugador del Real Madrid, y de esta forma el asturiano hizo las maletas rumbo al Barcelona, equipo en el que triunfaría y sería decisivo durante las 8 temporadas como azulgrana marcando 110 goles en 300 partidos, y donde se declaró antimadridista, y uno de los jugadores que más morbo levantaba en los clásicos, por sus desplantes a la afición del Real Madrid y a todo el madridismo.

Luis Enrique declaró tiempo después de retirarse, que le había encantado poder jugar en todas las posiciones exceptuando la de Portero. Era un jugador de todo el campo, tan pronto era central, como un lateral o como un delantero centro.