26 de mayo de 2011

DE JUGADORES INFRAVALORADOS: IVAN DE LA PEÑA


Recién anunciada su retirada del fútbol, Ivan de la Peña volvió a ser un jugador valorado para mucho que ya le tenían como algo desaparecido de los campos de fútbol.
De la Peña deja mucha magia en sus botas, un último pase de escándalo, y el cariño de un público y compañeros que dificilmente lo olvidarán.
Esta misma semana jugadores y ex-jugadores como Guardiola, Ronaldo Nazario, Laurent Blanc, Raúl González o David Albelda nos recordaban porqué se le debe de homenajear a "lo pelat" como el héroe que siempre fue.

Y es que el cántabro tuvo una carrera llena de altibajos. Sus inicios en la cantera del Barcelona fueron realmente espectaculares, y donde no tardaría en dar el paso al primer equipo. Su primera convocatoria fue de manos del entrenador Johann Cruyff, y en ese partido marcó un gol, que le daría a un más confianza para años posteriores.

En la temporada 95/96 alterna el Barcelona B, con el primer equipo, y en la recta final de la temporada se consolida en el primer equipo. Eso le ayuda a que Bobby Robson lo incluya en su plantilla para la siguiente temporada, y ganándose la titularidad en la segunda mitad de la temporada, con jugadores de la talla de Ronaldo, Guardiola, Stoichkov o Luis Figo.
La llegada de Louis Van Gaal en el verano de 1997 al banquillo culé, que desplazaría a Bobby Robson a la dirección deportiva, no le hace nada bien a De la Peña. El jugador no siempre es titular, ya que la llegada de Giovanni le hace rotar en varias ocasiones, al más puro estilo Van Gaal.

El verano del 98 es crucial para el futbolista, en ese momento el fútbol italiano manda en Europa, y la Lazio era uno de los clubes que más dinero manejaban. Tras ver que la situación de Ivan no era la adecuada en el Barcelona, el conjunto romano le hace una oferta que no podría rechazar, ni él, ni el propio Barcelona. 2500 Millones de Euros, lo que lo convierte en uno de los fichajes más caros de su tiempo. El jugador llega a Roma, con el cartel de auténtico crack y es recibido como un héroe en su presentación.
A partir de ese momento, su llega a la Lazio, es el momento donde comienzan sus lesiones musculares, que se repetirían en reiteradas ocasiones a lo largo de su carrera. De la Peña apenas pudo mostrar sus cualidades en la Serie A, y al recuperarse de su lesión la dirección deportiva decide cederlo al Olympique de Marsella
donde pasó momentos muy difíciles y donde apenas contó en el once titular. Tras pasar toda la temporada 99-00 en Francia, Ivan de la Peña regresa a Barcelona, a su casa, donde también es cedido por la Lazio, que ya no piensa ni en recuperarle.

Su segunda etapa en el Barcelona no fue igual que la primera, a las lesiones se le sumó que Serra Ferrer técnico blaugrana en aquellos tiempos, no le supo dar el trato adecuado, ni tan siquiera hizo onces en los que "lo pelat" pudiese desarrollar todo su potencial. 12 partidos en total disputa en toda la temporada entre Champions, Liga y Copa. Y la Lazio lo decide traer de vuelta, se decía por estos tiempos que el equipo italiano no podía cedérselo a nadie, ya que el nivel de De la Peña no estaba ni un término profesional, principalmente por las lesiones. Su temporada 2001-2002 fue la peor de toda su carrera, sólo disputó 2 partidos entre liga y copa, y al término de la temporada acababa contrato, la Lazio ni se lo pensó y no renovó al cántabro, el cual ya tenía un equipo que llevaba interesado en él, mucho tiempo,
el Espanyol.

Y aquí comienza la segunda oportunidad, para el mago cántabro donde durante ocho temporada ha sido el líder del equipo, el espejo para la cantera, y el jugador para el que todos los técnicos contaba. Sus lesiones se redujeron en proporción a su calvario anterior, y su conexión con el grandísimo Raúl Tamudo hicieron que el Espanyol tuviese una pareja mágica durante varias temporadas.
De la Peña se dejaba la piel en cada partido, y despertó el interés de varios equipos como Atlético de Madrid o Villarreal, pero el jugador amaba los colores del conjunto perico, y ni se pensó el seguir en Barcelona.

Su talento fue incuestionable durante años, y así el cántabro fue para muchos uno de los mejores futbolistas de la última década. En 2005, Luis Aragonés lo decide convocar con la selección, con la que llegó a jugar cinco partidos, tres de clasificación para el Mundial de Alemania, y dos amistosos, pero las lesiones le dejaron sin poder participar más.

Sus dos últimas temporadas han sido muy difíciles, abatido entre lesiones y bajos estados anímicos, lo que le hicieron anunciar su retirada, muy emotiva para todo el mundo del fútbol, incluso a nivel internacional.