Cumplidas las dos primeras fechas del torneo Apertura 2010, encontramos cinco punteros (con puntaje ideal) en Argentina: Estudiantes, Vélez, Rácing, Bánfield y Ríver Plate.
Si bien es temprano para marcar tendencias no pueden dejar de tenerse en cuenta algunos aspectos de explicación.
Estudiantes, junto a Vélez el mejor equipo de los último años, mantiene la clara y efectiva línea de juego que le dio tantos éxitos (Copa Libertadores incluida) basado en su eje, Juan Sebastián Verón apoyado en el Chapu Braña, Enzo Pérez y el Chino Benítez. Así, a pesar de haberse desprendido de Marcos Angeleri (Sunderland), Mauro Boselli (Wigan), José Sosa (devuelto a Bayern Munich), Marcelo Carrusca (Bánfield), Cristian Cellay y Clemente Rodríguez (Boca Júniors) y cambiado toda la línea de fondo, el Pincha sigue, paciente, sabiendo a que juega y derramando oficio en cada estadio que le toca visitar.
Vélez, el club que menos participó del mercado de pases (sólo repatrió de Grecia a Augusto Fernández), sigue la marcha sobre la solidez de su esquema y el reconocimiento de grupo estable. Retirado de las últimas competiciones en instancias finales y superpuestas, el equipo de Ricardo Gareca vuelve a demostrar como la seriedad institucional se refleja en los resultados deportivos.
El modesto y campeón Bánfield fue crudazmente diezmado. Cristian Luchetti (Boca Júniors), Jonathan Maidana (Ríver Plate), Roberto Battión (Independiente), James Rodríguez (Porto), Julio Marchant (América de Cali) y más se fueron del Sur como dignos e históricos campeones. Y por estas horas no deja de sorprender como Julio Falcioni ensambla las nuevas piezas reemplazantes en el conocido y cerrado esquema que sigue practicando el taladro.
Rácing asoma por primera vez en tanto tiempo sin la sombra del promedio del descenso. Esto, sumado al oficio de Miguel Russo (DT) y a las contrataciones de cierto perfil (Giovanni Moreno, Patricio Toranzo, Roberto Fernández e Iván Pillud) pareciera devolver a Rácing a unos planos de protagonismo que lo tenían relegado. Haberle ganado a Boca en la Bombonera dos veces en 6 meses se prende como un indicador.
Rïver viene a todo o nada. Último en la tabla de promedios, sale a matar o morir. Y eligió hacerlo a la manera de su tradición, a partir de la elección de un entrenador de buen pie, Ángel Cappa. Recuperando a Ariel Ortega (con problemas de alcoholismo), Diego Buonanotte (del trágico accidente automovilístico) y dándole rodaje a Rogelio Funes Mori le está alcanzando para batallar en un mar que Ríver no conoce. Hasta ahora ganó los dos partidos jugados (ambos con rivales directos por el descenso), hecho que no ocurría desde hace seis torneos y si bien no lució, justificó sus victorias.
Más atrás vienen San Lorenzo (2 puntos), Boca (1) e Independiente (1). Ninguno de los tres encuentra una línea de juego y carecen de ideas de tres cuartos hacia adelante. La expectativa mayor se congrega en el cuadro xeneize que, con sus numerosas contrataciones, todavía no logra ensamblar un funcionamiento de equipo. A dos fechas de inicio, su entrenador, Claudio Borghi, ya está atajando multiplicadas críticas por haber cosechado 1 punto sobre 6.
"Ninguna crítica me hará cambiar mi razonamiento. Entiendo lo que está bien y está mal. Que hablemos del sistema es culpa de ustedes, pero es algo más viejo que el papel higiénico. Con línea de tres juegan muchos. Algunos salieron campeones del mundo y otros se fueron al descenso. Mis convicciones no las pondrá nadie en duda. Si algún jugador no está de acuerdo con el sistema, puede decirlo y veré si juega, o no juego. Yo no hablo con mis jugadores del sistema
Alejandro Nogueira "Calígula" de http://la-pelota-no-dobla.blogspot.com
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