1 de junio de 2011

DE JUGADORES INFRAVALORADOS: PATRICK MBOMA


Las aspiraciones de Camerún en el Mundial de Francia 98, no eran muy extensas, el conjunto que dirigió durante esos tres partidos Claude Le Roy, un técnico poco experimentado, no sorprendió a nadie, y quedó último en el Grupo B, por detrás de Italia, Chile (con Iván Zamorano y Marcelo Salas a la cabeza), y una pobre Austria.

Muchos recuerdan que aquella selección de Camerún albergó en aquella convocatoria a varios de los que fueron, y son los mejores jugadores de la historia de toda África. El espíritu de Roger Milla, aún inundaba a algunos de esos jugadores, y otros llegaban muy jóvenes repletos de ilusión. Casi todos ya estaban probando suerte en equipos de Europa.

El equipo estaba liderado por Patrick Mboma en aquella época un jugador para muchos desconocido que tras despuntar en el PSG y Metz había sido fichado por el Gamba Osaka japonés, donde completaría la temporada previa al mundial, para tras él, fichar por el Cagliari. Mboma nunca fue un jugador que triunfó a nivel de club, pero si tenía una polivalencia, y una regularidad en momentos puntuales que le hacían ser un jugador verdaderamente imprescindible para todos los seleccionadores.

Patrick Mboma emigró muy joven a Francia, y se formó en las categorías inferiores del Paris Saint Germain, estando siempre varias generaciones adelantado, y jugando en categorías más mayores de las que se le permitía. Durante esos años el joven futbolista, pidió que se le cediese a algún equipo profesional, pero la dirección del futbol base del equipo parisino se lo denegó, jugando en el filial hasta los 22 años, edad en la que por fin Patrick podría demostrar su valía en categoría profesional. Y así fue, Mboma se fue cedido al Chateauroux, equipo histórico de la Ligue 2, y allí despuntó marcando muchos goles durante las dos temporadas que duró la cesión.
En el verano de 1994 Mboma tras no ser convocado para el Mundial de Estados Unidos, regresa a la disciplina del PSG, y no solo no triunfa, sino que declara que no es feliz, en el primer equipo, donde no se adaptó y terminó la temporada fuera de las convocatorias. Todo esto le llevó a hacer las maletas, la próxima temporada con destino al histórico Metz , equipo donde mejoraría y se sentiría muy agusto, pero el Metz decide no ficharlo debido al alto coste que propone el PSG.

La siguiente temporada regresaría a París, y al contrario que en su otra etapa Mboma, vuelve a ser aquel jugador importante de la cantera, pese a su pobre cifra goleadora, pero una lesión a final de temporada hace que el camerunés, no pueda disputar los momentos decisivos de la temporada.
Curiosamente, y para sorpresa de todos nadie se esperaba que Mboma fuese a decir que si, a una oferta de un equipo asiático, y de un nivel bastante más bajo que cualquiera de Europa. El Gamba Osaka se hace con los servicios del delantero, en un proyecto muy ambicioso, al lado de jugadores japoneneses que después probarían suerte en Europa, como Junichi Inamoto y Mashasi Oguro. La experiencia segun describe Mboma, es excepcional, y se siente muy orgulloso de disputar una temporada en la J-League.

Tras terminar el Mundial de Francia, Mboma que marca un gol en la competición, y es el absoluto líder del equipo es contratado por el Cagliari, donde adquiere un buen nivel, y está dos temporadas, en las que marca muchos goles, y contribuye en aquel momento a la consolidación del equipo en la Serie A. Esas dos temporadas le sirven para en 2000 ser elegido mejor jugador africano del año. Sus primeras dos temporadas en Italia, harían que el Parma lo fichase, un equipo de mayor calibre que el Cagliari en aquel momento. Su temporada no es del todo mala, aunque según declararon los técnicos se esperaba mucho más de él. Su sueño de jugar en la Premier League se cumple al finalizar la temporada. El Sunderland, decide contratarlo, pero allí entre lesiones, y una tremenda irregularidad, se decide prescindir de él, vendiéndolo muy barato al Al-Ittihad libio. Una experiencia un tanto extraña, en la que Mboma es líder de equipo, pero donde no se siente agusto.

Buscando equipo al finalizar esa temporada, el delantero declara que donde mejor le trataron fue en Japón, y decide autovenderse al Tokyo Verdi, con sus 34 años el jugador muestra una irregularidad que le persiguió durante toda su carrera.
El Vissel Kobe japonés es su última experiencia, con la que decide poner punto y final a su contrastada carrera.

Mboma nunca destacó como jugador regular, pero si con su selección con la que marcó 34 goles en 56 partidos. Y donde fue el maestro de un jugador como Samuel Eto´o.

1 comentario:

  1. Me gustó la entrada primero porque rompiste con la rutina de hablar siempre sobre fútbol español, y segundo porque pude conocer un nuevo jugador (sinceramente no lo conocía).
    Éxitos Ernesto, te espero en mi blog.

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